Migración de aplicaciones móviles: Objetivos, estrategias, riesgos y etapas.

Este tipo de migración puede ser crucial para mantener la competitividad en un entorno tecnológico en constante evolución, permitiendo a las empresas optimizar sus aplicaciones móviles para ofrecer mejores experiencias a los usuarios, integrar nuevas funcionalidades y garantizar la sostenibilidad a largo plazo. Sin embargo, requiere una planificación detallada y la elección de una estrategia adecuada para minimizar riesgos y asegurar el éxito del proyecto.

A continuación, detallamos todos los aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de realizar un proceso como este.

Objetivos en la migración de soluciones de movilidad

Los objetivos principales al realizar una migración de una solución móvil suelen estar orientados a mejorar el rendimiento, la funcionalidad, la experiencia del usuario y la sostenibilidad tecnológica. Algunos de los objetivos más comunes son:
Mejorar el rendimiento: aumentar la velocidad y eficiencia de la aplicación, optimizar el uso de recursos (memoria, batería) y reducir los tiempos de carga.

• Modernizar la tecnología: actualizar la arquitectura, el lenguaje de programación o el framework utilizado para adoptar nuevas tecnologías más escalables, seguras y eficientes.
• Mejorar la experiencia del usuario (UX/UI): adaptar el diseño y la usabilidad de la aplicación a estándares modernos y mejorar la UI para proporcionar una experiencia más fluida y atractiva.
• Incrementar la compatibilidad con nuevas plataformas: expandir la compatibilidad de la aplicación con dispositivos y sistemas operativos más recientes o hacer que funcione en múltiples plataformas (Android, iOS, Web) aumentando así el alcance y la accesibilidad.
• Optimizar los costos operativos: reducir costos de mantenimiento o de infraestructura mediante la migración a tecnologías más eficientes o infraestructuras más económicas.
• Aumentar la escalabilidad: adaptar la arquitectura para que pueda manejar un número creciente de usuarios y datos sin degradar el rendimiento.
• Mejorar la seguridad: actualizar los sistemas de seguridad y cumplimiento normativo, cerrando posibles vulnerabilidades en la versión anterior y adaptándose a nuevas regulaciones o estándares de seguridad.
• Simplificar el mantenimiento y la actualización: a través de la eliminación de dependencias obsoletas o complejidades innecesarias.
• Mejorar la integración con nuevas tecnologías emergentes: como APIs modernas, servicios de terceros o tecnologías como la inteligencia artificial (IA), machine learning (ML), Internet de las cosas (IoT), Realidad Virtual.
• Satisfacer demandas del mercado: adaptarse a nuevas necesidades del mercado o de los usuarios, como nuevas funcionalidades, capacidad de personalización o cumplimiento de normativas locales o internacionales.

Cuando decidimos realizar un proceso de migración de nuestra aplicación, es esencial que aterricemos qué objetivos queremos cumplir, pues en base a ello, se tomarán las siguientes decisiones del proceso, como la valoración de los riesgos asociados, la mejor estrategia de migración y la tecnología que mejor se adapte a los mismos.

Riesgos en la migración de apps móviles

La migración de una solución móvil implica varios riesgos que, si no se gestionan adecuadamente, pueden afectar el éxito del proyecto. A continuación, definimos algunos de los principales riesgos asociados con este tipo de migraciones, así como las acciones que se deberían llevar a cabo para mitigarlos:

Estrategias de migración

Dependiendo de las necesidades del proyecto, complejidad de la solución y de los recursos disponibles se podrán llevar a cabo diferentes estrategias para el proceso de migración. A continuación, definimos las más conocidas:

• Migración completa o Big Bang: Toda la solución se migra de una sola vez en un evento planificado, lo que reduce el tiempo total del proyecto, pero aumenta el riesgo de fallos y posibles interrupciones en el servicio. Es adecuada para proyectos menos complejos donde el riesgo es bajo.
• Migración gradual: La migración se realiza de forma incremental, migrando partes de la solución por etapas, lo que reduce el riesgo, pero aumenta el tiempo del proyecto. Es ideal para proyectos complejos que no pueden permitirse interrupciones prolongadas.
• Estrategia paralela (Paralell run): La nueva solución se ejecuta en paralelo con la versión anterior, permitiendo comparaciones y una transición más suave. Aunque es fácil de revertir en caso de problemas, requiere más recursos para mantener ambos sistemas funcionando al mismo tiempo.
• Migración por envoltorio (Wrapper): Se crea una capa que permite que la aplicación anterior funcione con nuevas tecnologías sin migrar completamente. Esta estrategia es menos costosa, pero puede generar una solución más difícil de mantener a largo plazo. Un ejemplo claro es incorporar la funcionalidad de una web existente a una aplicación nativa a través del uso de webviews.
• Reescritura completa (Rebuild): La solución se rediseña y se reescribe desde cero utilizando nuevas tecnologías. Aunque es costosa y lleva más tiempo, permite crear una arquitectura moderna y optimizada. Es adecuada cuando la solución actual es obsoleta.
• Estrategia de hibridación: Se migran partes de la solución mientras otras se mantienen en la plataforma anterior. Es una forma progresiva de modernización, pero puede causar problemas de interoperabilidad si no se realiza una migración completa.
• Estrategia de Lift and Shift: La aplicación se mueve a una nueva infraestructura sin cambios significativos en su arquitectura. Es una opción rápida y de bajo riesgo, pero no optimiza la solución para el nuevo entorno y mantiene las limitaciones del sistema anterior.

Etapas de la migración

Una vez hayamos tenido claros los objetivos, hayamos valorado los riesgos asociados y hayamos optado por la estrategia que mejor se adapte a nuestro proceso de negocio, estaremos en disposición de poder comenzar con el proceso de migración. Para ello, se contemplan las siguientes etapas:

• Evaluación de la situación actual:

Se trata de analizar el punto de partida, el origen de la aplicación que se desea migrar, las razones, objetivos, etc.

• Análisis de la aplicación existente: se revisará de forma detallada la arquitectura, el código, las dependencias, el diseño y el rendimiento de la solución actual.
• Objetivos de la migración: es necesario definir que queremos conseguir con la migración como, por ejemplo: mejor rendimiento, cambio de plataforma, actualización tecnológica, así como los KPIs a conseguir en cada uno de ellos.
• Selección del nuevo entorno: en este punto se definirá la nueva plataforma hacia la que migrará la solución de movilidad. Por ejemplo, podríamos pasar de una aplicación web a una aplicación nativa, o de una aplicación nativa a una cross-platform, o incluso a un cambio de framework de React Native a Flutter.

• Planificación:

Todo proceso de migración debe conllevar la tarea de definir una planificación detallada. Para ello contaremos con:

• Plan de migración: incluyendo la estrategia, los recursos necesarios, el cronograma y los riesgos potenciales.
• Estrategia de la migración: deberemos decidir si se procederá a una migración total o parcial, además de si se realizará de forma escalonada o de una sola vez.

• Ejecución:

De procederá a llevar a cabo la migración de la solución de movilidad atendiendo a la mejor estrategia definida en la etapa de planificación.

• Pruebas exhaustivas:

Se ejecutarán distintas tipologías de pruebas para garantizar que el funcionamiento de la nueva solución es el esperado. Se realizarán pruebas de compatibilidad, funcionales, de regresión, de seguridad, y de rendimiento.

• Implementación y despliegue:

Una vez finalizado el desarrollo de la nueva solución será necesario:

• Implantación: desplegar la solución en los servidores o infraestructuras apropiadas (como App Store, Google Play, servidores de backend, plataformas de MDM…)
• Monitorización: será necesario realizar las labores de supervisión de la aplicación una vez puesta en marcha para detectar incidencias o necesidades de mejora.

Conclusiones

La migración de soluciones de movilidad es un paso crucial para que las organizaciones optimicen su infraestructura tecnológica y se adapten a las demandas de un entorno empresarial cada vez más digital y móvil. Si bien puede parecer un desafío, un enfoque bien estructurado, centrado en la planificación, la seguridad y la minimización de interrupciones, puede convertir este proceso en una oportunidad para mejorar la eficiencia, reducir costos y aumentar la competitividad.

Atendiendo a todas las consideraciones que hemos detallado en este post, aumentaremos las probabilidades de éxito del proceso de migración.

SEIDOR cuenta con experiencia en la optimización de soluciones de movilidad atendiendo a varias de las estrategias mencionadas, por lo que estaremos encantandos de acompañaros en todo este proceso.